Cartero, por si algún día ves esta página, no olvides esta frase que te viene como anillo al dedo.
De verdad te deseo que te vaya bien, pero no a mi lado.
Sinceramente cuando regresé de verte me quité un peso de encima, me quité una mochila que no me correspondía, y me alegro de y por ello.
Dejo constancia de esta frase, por si apareces en mi vida, enseñártela y que veas que bien verdad es.
Cuídate mucho.
Y recuerda: las mujeres nos somos muebles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario