El paso que estaba y está en mi mano ya está dado, ahora son la suerte y el destino quien deciden. He comprado el sello que me lleva a uno de mis sueños y lo he pegado en el sobre que lleva mi ilusión plasmada en cada palabra escrita.
Ahora albergo la ilusión y la esperanza de que mi carta siga los pasos deseados y llegue a manos de su destinatario, en el momento justo, en el momento adecuado. Me encantaría poder tener en ese instante un agujero por el que mirar y ver su rostro de sorpresa al encontrarse conmigo, aunque sólo sea ante mis palabras, y más me gustaría ver como sonríe al recibir aquello que tanto me ha costado sacar al exterior.
En fin el tiempo será la clave. Ahora toca esperar.
Besos.
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